El tarot existe hace mucho tiempo y se utiliza fundamentalmente para la adivinación. Algunos tarotistas entienden que para conectar mejor con la energía intuitiva que emana de las cartas del tarot es necesario que el mazo esté libre de todas las energías que ha captado desde su fabricación hasta que llega a tus manos. Debido a que esas energías pueden interferir en las lecturas que realices.
Para consagrar las cartas tienes que sentirte identificado con ellas. Ya que consagrar es un acto de fe. La acción de consagrar un mazo debe tener en cuenta alguna aspectos como las fases lunares, la ubicación, la hora o los elementos que se van a utilizar en el momento de realizar este acto.
La consagración siempre debe efectuarse después de la purificación
Antes de la consagración del tarot
El objetivo de consagrar un objeto es hacer que pase de ser un objeto normal y corriente a un objeto mágico. Hay quien opina que la consagración de las cartas del Tarot consiste en dedicar el mazo de cartas a las lecturas psíquicas. Mediante la consagración, se le dota de poder y se transforma en un objeto sagrado. Por tanto podemos dedicar nuestra baraja a un Dios o Diosa en concreto según la tradición que sigamos o al Universo. Las cartas de Tarot deben ser consagradas para transformarse en una herramienta de adivinación más poderosa, Hay cantidad de ceremonias para consagrar una baraja que son simples o bastante complejas.
Antes de consagrar las cartas hay que purificarlas, para que estén libres de toda la energía negativa que puedan tener desde antes de obtenerlas. La purificación se efectuara en un lugar tranquilo, si es posible estaremos solos y debemos de cerrar puertas y ventanas, hacerlo en completa soledad Sobre una mesa extenderemos un mantel blanco y sobre él pondremos las cartas, sacándolas de su cajita, y formando un mazo. Nuestra mirada debe dirigirse hacia el Norte que es un punto magnético.
Cómo consagrar una baraja
Llamamos consagrar a hacer un ritual donde el mazo quede conectado con uno y en la misma sintonía. Depende de cada persona y de cada estilo el hecho de consagrar un mazo.
Puede ir desde una ceremonia elaborada a un sahumerio especial, pero siempre hay un puente que se establece ente el lector y el mazo. Es una regla del esoterismo no utilizar el mazo sin haber sido previamente consagrado, ya que la consagración no solamente le aporta una determinada energía a un juego de cartas, sino que también lo protege de ser “contaminado” por fuerzas negativas.
Solo hay dos cosas que debes tener en cuenta a la hora de consagrar una baraja. Cuando consagras un mazo, es para tu uso exclusivo. No debes dejar que alguien más lo use. Pueden tocarlo, incluso hay quien deja que el consultante lo toque y así hace la lectura. Pero no debes prestarlo pues la energía de las personas es distinta. La segunda es no dejar que el mazo se dañe o se maltrate durante la consagración. No solo porque dificulta la lectura sino porque a la larga pierde energía y debes deshacerte de él.
Hay diferentes métodos para realizar la consagración del tarot. A continuación expondremos los más comunes:
Esta vez, la cartas se extienden bien sobre todo el tapete. Seguiremos con la vela blanca prendida y el incienso purificando e1 ambiente. De igual forma nuestra mirada continuará orientada hacia, el Norte. Volvemos a practicar la respiración profunda intentando visualizar el color violeta, color de la espiritualidad, para que nuestro ser entre en síntoma con el Universo, en ese momento colocamos nuestras manos a unos dos centímetros de las cartas con las palmas dirigidas hacia abajo y sin que rocen la una con la otra, luego en voz baja pronunciaremos las siguientes palabras:
«Fuerzas del bien, espíritus de la luz, amor universal, yo os consagro estas cartas que de ahora en adelante estarán en sintonía con mi ser y listas para vibrar a cada pregunta o duda que yo les haga, porque están dirigidas hacia la búsqueda del bien. Así sea «.
Después envolver las cartas en un pañuelo negro (que no sea sintético) con una fotografía vuestra y no tocarlas durante siete días, de esta forma las mantenemos alejadas de las energías nocivas, y se impregnan de las positivas.
Pasados esos siete días, es ideal, que siempre que no las utilicemos las envolvamos en un pañuelo de seda color malva, para potenciar la capacidad de visualización que ellas nos van a dar.