El arte de la adivinación se vale de distintas herramientas para conocer el futuro, una de ellas son las cartas de tarot. La cartomancia, método de adivinación mediante cartas, tiene su origen en Oriente. La fueron adoptando diferentes civilizaciones y cada una con su cultura adquirió su propia manera de «tirar o echar las cartas».
Se llama cartomante o tarotista a la persona que tira las cartas y consultante a quien quiere saber de su futuro. Un buen tarotista es aquel que se centra en el estudio de las cartas y lo hace honestamente, aconsejando, ayudando o sencillamente tratando de que el consultante se sienta relajado y predispuesto al diálogo, en una palabra que lee resulte de ayuda, hablando del pasado del presente y prediciendo el futuro según su nivel intuitivo y según sus corazonadas.
La baraja española es muy utilizadas con este fin, además de ser la más difundida, por su fácil interpretación. Con práctica cualquiera puede convertirse en un buen tarotista.
La Baraja Española es de origen árabe. En su origen, sí existía la Reina, que era el número 13 y el 10, con lo cual había 14 naipes por palo. Debido a las supersticiones, se erradicó la Reina, quedando solamente las 12 cartas por palo.
Por otra parte, los palos representaban los estamentos sociales de la época: los Oros eran la burguesía; las Copas era el clero o iglesia; las Espadas era el ejército; y los Bastos era el pueblo. Más adelante, en este artículo veremos los significados modernos para cada uno de los palos.
Lo primero que tenemos que hacer es comprar el mazo de cartas. No se debe elegir cualquier mazo, debe existir una clara conexión con las cartas, sus dibujos, sus arquetipos, etc. Si son regaladas por una tarotista de calidad, mejor, porque su energía es diferente.
Luego de comprarlas, se debe dormir con las cartas bajo la almohada. Antes de ir a la cama, mirar las cartas (una por noche en orden descendente) y tratar de intuir su significado, si es posible memorizarla. Por la mañana y siempre que no se usen, se deben guardar envueltas en un paño violeta dentro de una caja de madera. Si nos disponemos a tirar el tarot utilizando las cartas españolas, debemos tener presente que nunca hay que forzar la lectura, como tampoco hacer una tirada tras otra parar que salga la respuesta que queremos oír. Se hace la pregunta concreta, y se pasa a hacer una tirada de cartas con interpretación sencilla y clara.
Antes de empezar podemos crear un ambiente para una mejor interpretación, y hacer un pequeño ritual en el lugar donde vamos a tirar las cartas, encendiendo una vela blanca o amarilla, y encender un sahumerio con un perfume adecuado. Ahora ya podemos empezar removiendo las cartas sobre un tapiz, haciendo un caos con ellas y recogiendo la baraja.
El significado de cada carta debe ser intuitivo, debe ser única y exclusivamente dado por el cartomante pues muchas interpretaciones son basadas en la intuición y no en el significado de libros o revistas ya que muchos de estos significados son propios del autor y del interprete aunque también pueden usarse para tomar una guía mas exacta del tema y poder proceder mas rápidamente pero es recomendable tener un sentido propio a la hora de la practica.
Debemos tener en cuenta el significado de cada palo, si el naipe se presenta derecho o al revés y algunas asociaciones entre palos. Con la baraja española se utilizan 28 cartas, siete cartas de cada uno de los palos (oros, copas, espadas y bastos), los sietes, los ochos, los nueves, las sotas, los caballos, los reyes y los ases. El significado de las cartas españolas, se basan en los palos, los números y en las figuras y habrá que tener en cuenta que la baraja española está compuesta por dos polos masculino y femenino.
También representa los cuatro elementos de la naturaleza: agua , tierra , fuego y aire que a su vez se corresponden con el centro emocional , centro físico, centro sexual, centro mental del hombre. Por tal motivo debe tomarse esto como referencia a la hora de dar un significado a cada carta y obtener así una respuesta más precisa.
El recuadro que rodea la figura tiene una señal, en los lados más cortos, para distinguir el palo de que se trate sin desplegar del todo las cartas: en los oros es una línea continua, en las copas hay una interrupción, en las espadas dos y en los bastos tres. Esta señal se llama «la pinta» y ha dejado la expresión: «le conocí por la pinta». El equivalente en la baraja francesa, son las figuritas que hay debajo del número.