Esta rara enfermedad, cataplexia o parálisis del sueño, como también se conoce, consiste en episodios súbitos y generalmente breves de pérdida del tono muscular durante la vigilia. Es decir que algunos de los músculos de nuestro cuerpo se paralizan durante el tiempo en el que empezamos a dormirnos.
La mayoría de las veces, ocurre en relación con emociones intensas. Durante el acceso, la hipotonía o flacidez muscular hace que la persona se caiga repentinamente, que se desmaye.
Algunas de las víctimas de esta horrible condición son capaces de convencerse de que la experiencia no es más que un sueño o una pesadilla. Otras personas permanecen convencidas de que han sido atacadas por una entidad sobrenatural. Estos últimos afirman que su agresor es en realidad un fenómeno externo y no de un estado producido por su subconsciente. Sin embargo, como siempre los expertos sobre sueños y psicólogos descartan que esto sea un fenómeno paranormal. Son pensamientos, imágenes y sensaciones liberados de su propio subconsciente.
Pero la realidad es mucho más compleja, ya que el estado de sueño es un fenómeno que actualmente tiene muchas cuestiones sin respuesta. En todo el mundo, y con el paso del tiempo, los aspectos fisiológicos de la parálisis del sueño han sido y siguen siendo los mismos, independientemente de la raza, la religión o la cultura de la víctima. Son las interpretaciones casi incontables de estos síntomas, que hacen que la parálisis del sueño sea uno de los fenómenos paranormales más temidos.
Puede ser el primer síntoma de la narcolepsia, aunque suele presentarse después de la manifestación de la somnolencia diurna, pero existe la posibilidad de que no se dé. Es considerada como el único síntoma específico de la narcolepsia ya que el resto pueden afectar a otras enfermedades o trastornos.
Aunque algunos sostienen que ocurre mientras estás dormido, como si se tratase de un sueño o una pesadilla los científicos están convencidos de que el ataque de cataplexia sobreviene cuando la pérdida de tono muscular central, que normalmente acompaña al sueño MOR que tiene lugar durante la vigilia (mientras estamos conscientes o despiertos). Estas experiencias de parálisis pueden producirse sea cual la posición del cuerpo, pero ocurren de manera más frecuente cuando la persona duerme completamente sobre la espalda y más generalmente cuando las piernas se encuentran estiradas y los brazos están extendidas a los lados del cuerpo.
Es normal sentir en ese momento un miedo intenso, pero a veces otras fuertes emociones como tristeza o enojo, suelen manifestarse. También suele presentarse una sensación de presión sobre el pecho que en algunos casus dificulta la respiración.
Puede aparecer durante un estado flotante de la mente o, con menos frecuencia, al despertarse. Durante la fase de movimiento ocular rápido (REM), los músculos del cuerpo están paralizados, supuestamente para impedir la realización física de lo que se está soñando.
No se sabe bien por qué esta parálisis normal se produce en estado consciente en las víctimas de la parálisis del sueño, pero los estudios psicofisiológicos han confirmado la especial propensión a estos ataques cuando la persona entra en la fase REM muy poco después de caer en la cama, sin pasar por las fases de sueño normal que suelen precederla.
La cataplexia es una rara afección que se considera como un trastorno del sueño y que está relacionado directamente con la sonrisa, ya que cuando la persona afectada sonríe o da una carcajada, los músculos se relajan de tal manera que se duerme de forma sistemática, según los médicos se produce en su cuerpo una perdida bilateral del tono muscular, debido a la experimentación de emociones intensas.
Así pues, destacar también que la cataplexia puede ocurrir en cualquier parte, provocada por una situación de miedo, estrés, nerviosismo o alegría, pudiendo durar este desmayo desde unos segundos hasta varios minutos, momentos en los que la persona que la padece puede escuchar lo de su alrededor, pero no puede hablar ni ver.
Síntomas de la cataplexia
Esta enfermedad puede adquirirse desde la infancia, principalmente de forma genética, perdurando en el tiempo de forma normal, por lo que las afectadas deben asumir su situación, pudiendo hasta tener un total de más de 50 colapsos, en los que algunas veces sabe que le va a pasar y otras no.
Quienes sufren este trastorno relatan que, además del miedo que sienten por el hecho de no poder moverse, también aparecen otras sensaciones como ira o enfado, por lo que se cree que está relacionado con experiencias traumáticas que el sujeto haya podido sufrir durante el día.
También han relatado que pueden experimentar dificultades de la respiración, lo que estaría unido a emociones como el estrés o la ansiedad. Durante las parálisis del sueño, somos incapaces de hablar, oler, movernos, gritar, despertarnos, sin embargo, si podemos ver lo que ocurre, lo que es todavía más angustioso y también podemos escuchar, pero solo ruidos extraños y fuera de lo normal. Llaman a la puerta, se abre sola, pero no asoma nadie.
Entran sombras de color blancas o negras por la puerta incluso por la ventana y comienzan a moverse por tu habitación. Entran personajes del todo amorfos e ilógicos en tu habitación y comienzan a saltar por todas partes. La habitación se llena de insectos, incluso puedes sentir que corren por tu cuerpo. Alguien esta ahogándote con las sabanas, y no puedes remediarlo.
Te dan pinchazos muy fuertes en el corazón, músculos e incluso en los genitales. Ves tu habitación más oscura de lo normal. Notas que estas flotando y escuchas una presión parecida al viento por tus oídos. Ves luces de colores. Escuchas voces.
Sientes que vas por un túnel oscuro que no tiene fin alguno a la velocidad de la luz, notas calambres exageradamente fuertes por todas partes de tu cuerpo. Notas que tu vida está en manos de algo o alguien, no puedes hacer nada, pero ese algo está jugando con tu cuerpo sin tu poder hacer nada.
Cómo tratarla
1. Aprende a reconocer los síntomas. La parálisis del sueño puede afectar a la gente de diferente forma. Los síntomas serán más fáciles de sobrellevar si sabes a lo que te vas a enfrentar. Las experiencias individuales varían pero algunos síntomas incluyendo: extrañas presencias malignas observándote, un intruso en tu cuarto, contactos alienígenas, violaciones. El sentimiento de que alguien ha puesto una bolsa en tu cabeza mientras duermes, y muchas otras más que ocurren cuando uno se encuentra atravesando este estado.
2. Busca la experiencia de otras personas. Es mucho más sencillo lidiar con este suceso si sabes que no eres la única persona que ha tenido experiencias similares. También puedes hablar con tu doctor acerca de estas experiencias, existen ciertos procedimientos que pueden ayudar en casos extremos.
3. Determina qué es lo que provoca tu parálisis del sueño. La parálisis del sueño puede ser provocada por situaciones bastante variadas. Algunos investigadores concuerdan que la parálisis del sueño es mayormente causada por la posición en la cual uno duerme, mayormente con la espalda hacia abajo y mirando hacia arriba.
4. Evita provocarte un episodio, la mejor forma de lidiar con una episodio de parálisis del sueño es no experimentarlo. Identifica específicamente qué es lo que te provoca un episodio, así reducirás ostensiblemente las posiblidades de tener uno. Si tu parálisis ocurre cuando duermes con la espalda para bajo, entonces evita hacer esto. Si el episodio ocurre cuando trabajas fuera de horario, entonces evita esto.
5. Duerme regularmente. Los patrones de sueño pueden tener un drástico efecto en los episodios de parálisis del sueño. Trata de mantener un patrón de sueño regular y obtener todo el sueño que necesites puede reducir significativamente las posibilidades de tener un episodio de parálisis.
6. Solo relájate. Aunque la parálisis del sueño puede ser realmente intimidante y ser acompañada por alucinaciones, algunas personas solo experimentan la sensación de estar paralizados. Cuando esto ocurre debes saber que nada te va a ocurrir. Si te concentras en tratar de moverte puedes agilizar este proceso. Primero desde la punta de los pies y lentamente hasta llegar a la cabeza.
7. Habla con tu pareja sobre esto. Cuando alguien pasa por una parálisis lo más probable es que no pueda hablar ni pedir ayuda. Lo único que probablemente haga es abrir los ojos y emitir extraños sonidos. Asegúrate que tu pareja puede identificar estos sonidos, de modo tu pareja pueda ayudarte a despertar por completo lentamente.
8. Deja que los años pasen. Puede sonar tonto pero la parálisis del sueño empieza a temprana edad y se vuelve menos frecuente conforme uno crece. Los episodios deben volverse menos y menos frecuentes a medida que los años pasan y es posible que llegues a tener hasta 30 años sin noticias de algún episodio.