Aunque para muchos hechiceros este tipo de magia es tan sólo una derivación de la magia blanca y no un tipo de magia en sí, los magos que la practican la asimilan como una forma de vida, ya que adoptan su poder, creen en él y lo utilizan como propio independientemente de si ese poder es grande o pequeño. La magia verde no utiliza hechizos, ni conjuros ni ningún tipo de invocación, la magia verde nos muestra su poder a través de las plantas.
Además de utilizarse medicinalmente, la magia verde es famosa por las propiedades que ofrece para realizar pociones de amor, y hechizos de amarre. Por lo que se la cataloga dentro de la magia negra. Ningún hechizo que tenga como finalidad doblegar la voluntad de un individuo se considera como magia blanca. Ya que se le está causando un daño al mismo.
La magia verde utilizada para este tipo de hechizos busca tener posesión directa sobre el objeto de deseo. Un detalle a tener en cuenta es que la magia verde no tiene puntos intermedios y pertenece a ambos extremos de la magia. Es decir que su utilización es para el bien o para el mal. Los hechiceros que quieren trabajar con esta magia tienen que aprender a controlar su propia energía antes de trabajar con las energías de los vegetales. Básicamente las propiedades esotéricas de las hierbas se usan como medio para lograr la purificación.
Como todas las prácticas de magia, la magia de las hierbas se basa en la utilización de energías para crear los cambios necesarios. Esta práctica no sólo depende del poder de la planta sino también de los magos que la usan. Debido a que debe enviar las propias energías hacia la energía de la hierba, así las dos energías la humana y la vegetal se mezclan, reciben la intención y el propósito, y luego se proyectan a su objetivo mágico.
Todo brujo que se dedique a la magia verde debe conocer a la perfección de qué manera se maneja su energía personal frente a las situaciones que le presenta el mundo externo, de forma tal que evite que alguna circunstancia pueda alterar el equilibrio de dicha energía. Cuando se ejerce la magia verde como magia de amor es necesario que quien la esté aprendiendo saque provecho de todas las circunstancias en las cuales lo coloca la vida, y las vea como una oportunidad para prepararse en el manejo de la energía interna que tanto se necesita para llevar a cabo los hechizos de magia verde.
Existen un sinfín de plantas que poseen propiedades mágicas y que se emplean en la llamada Magia Verde, la que más enraizada está con los poderes de la Naturaleza y la Madre Tierra. Muchas son difíciles de conseguir, deben ser recolectadas en épocas especiales y bajo circunstancias concretas. Otras son más comunes, y no por ello menos efectivas. Algunas han pasado a integrarse en las cocinas, pasando inadvertidas y tímidas, de las pociones a los postres caseros, ya que la magia, los afrodisíacos y la gastronomía siempre han ido de la mano. A veces, para que surta efecto un ritual, se debe frotar el cuerpo con una mezcla de hierbas especiales, o ingerirlas como infusión.
Plantas para practicar magia verde
Albahaca: La albahaca (Ocimun Basilicum) es una planta muy usada por muchas culturas de Oriente y Occidente y en todas las épocas. Además de ser un estupendo condimento, la albahaca es excelente para evitar los mosquitos. Combate el agotamiento, la depresión, la jaqueca y el insomnio. También es buena contra la inapetencia y los parásitos intestinales. Calma irritaciones cutáneas, combate el acné y tiene propiedades analgésicas, antisépticas y cicatrizantes. Además posee multitud de aplicaciones esotéricas. Sus flores y hojas en decocción se usan para alejar las penas, el abatimiento y la melancolía. Usadas en la comida o bebida atraerás energías positivas que te garantizarán el bienestar, la buena fortuna y la prosperidad.
Mandrágora: Sus hojas son verdes violáceas y crecen en un tallo del mismo color, las raíces tienen forma humana, siempre depende de la edad que tenga, aunque normalmente es muy fea. Las hojas le salen de la cabeza, y su color es verde con manchas más oscuras. Es un reconstituyente muy potente, que sirve para volver a su estado normal a la gente que ha sido encantada o hechizada.
Belladona: Tiene acción calmante, narcótica y venenosa, y posee una acción especial para dilatar la pupila. La belladona tiene efectos hipnóticos y anestésicos, disminuye la secreción de las mucosas, y puede paralizar el sistema digestivo, el sistema respiratorio y producir fuertes alucinaciones. Su toxicidad produce sequedad de la boca, de la nariz y los ojos, risa incontrolable, vómitos, parálisis, hipertensión y migraña. Elimina la sudoración y la producción de leche lactante.
Heliotropo: Posee una virtud admirable si se coge en agosto bajo el signo leo, pues arrollándose en una hoja de laurel con un diente de lobo y puesta al sol, nadie podrá hablar mal o calumniar a quien la lleve, sino por el contrario se dirá bien de él; más aún, quien la coloque bajo su cabeza durante la noche, verá y conocerá a los que puedan ir a robarle.
Centaurea Montana: Esta planta anual es hipnótica y relajante. Su aspecto mandálico no lo podría mejorar ningún monje tibetano. Se le atribuyen propiedades curativas tanto físicas (diabetes, anorexia) como mentales, capaz de hacer hablar a aquellos que son de pocas palabras.
Verbena: En la magia y el esoterismo, los hechiceros usan la verbena como protectora contra los vampiros y se recomienda llevarla cerca de uno o usarla en aceite esencial cuando nos bañamos. Se emplea sobre todo para proteger ambientes, pero también para favorecer el amor; así como, quemándola, para alejar los amores no correspondidos. Es en la víspera de San Juan cuando la verbena tiene más poder. Si el polvo de esta composición se expone al sol, éste parece blanquecino y si se arroja en donde haya varias personas reunidas o entre dos amantes, habrá entre ellos diferencias y desencuentros.
Estas son sólo las plantas principales que usan los practicantes de magia verde pero el número de flores y plantas con poderes mágicos es casi incalculable.