Hace poco, en otra entrada, ya comenté la importancia de consagrar las cartas de tarot.
Antiguamente, la consagración del tarot se llevaba a cabo en una casa alejada, donde el oficiante sentado cara al este, en Luna creciente, a la hora de Júpiter, vestido con un hábito previamente consagrado, habiendo quemado incienso y sobre una mesa con un mantel blanco, realizaba el siguiente procedimiento.
Primero, el oficiante pasaba las cartas una a una en orden numérico creciente por delante de él formando un único mazo. Segundo, dejaba el mazo sobre el mantel blanco de la mesa. Tercero, uniendo los pulgares e índices se exponía las palmas de las manos sobre el mazo durante tres minutos en completo silencio y pasividad mental. Cuarto, mezclaba las cartas y se realizaba nuevamente el tercer paso. Quinto, envolvía el mazo utilizando un pañuelo violeta. Sexto y último, guardaba durante siete días el mazo de cartas hasta que pudiera ser utilizado, periodo durante el que no podía ser tocado por nadie a excepción del oficiante del ritual de consagración.
Ya compramos nuestro mazo de cartas de Tarot. Ahora lo tenemos que limpiar. Después procederemos a consagrarlo.
Limpieza de las cartas de tarot
Para este ritual vas a necesitar un poco de sal, una vara de incienso, un poco de agua y una vela violeta o blanca.
Esta limpieza recibe el nombre de ritual de los 4 elementos. Ya que la purificación del mazo se realiza a través de los 4 elementos. Cada uno de los ingredientes que se utilizan representa un elemento. Fuego (una vela), aire (el humo de una vara o cono de incienso), tierra (sal consagrada) y agua (también consagrada).
Tomamos el mazo (sin la cubierta) y lo pasamos por ejemplo por la llama de la vela (ojo con quemar las cartas) y decimos:
«Yo te limpio en el nombre los Elementos y elimino de ti toda suciedad y negatividad que puedas tener. Por eso, Estas limpia. Así sea»
Lo repetimos con cada elemento. Mientras hacemos esto, debemos visualizar toda la energía negativa que pudiera poseer el objeto dejándolo. Una vez que esté libre de energías negativas, podemos pasar al siguiente paso, que es la consagración ritual. Para hacer esto, colocamos la baraja sobre la mesa de trabajo, y tocándolo con nuestra mano hábil o proyectiva (usualmente la derecha si sois diestros), dirás, por ejemplo:
«Te consagro, Mazo de Tarot, para limpiarte y purificarte,
para que me sirvas para develar los misterios del pasado, presente y futuro.
En el nombre del Universo estás consagrada/o.»
Hay algunos expertos que recomiendan purificar y consagrar los mazos en el mismo ritual, he aquí un ejemplo:
Materiales necesarios
Tus cartas de tarot
Una barrita o cono de incienso (del olor que te guste más)
Un vaso de agua (no es necesario llenarlo hasta el tope)
Una taza con sal
Tres velas y un cuchillo
Primero lo que harás será crear un círculo donde tu lógicamente te pondrás al medio. Lo crearás con la sal así que esparce un poco de sal a tu alrededor. Mientras arrojas la sal en el suelo di: «Con la sal de la tierra, trazo este círculo»
Después te metes dentro del círculo, puedes estar en una mesa y hacer el círculo alrededor de ella y sentarte en la silla, luego tomas el mazo de tarot entre tus manos y le pasas el incienso en forma de círculos al revés de las manecillas del reloj luego tomas el mazo y lo pasas por la vela también en círculo al revés de las manecillas del reloj, al final tomas el cuchillo y trazas una cruz en el aire donde está el mazo de tarot encima y escribe una firma tuya, la que nazca de tu interior.
Luego de haber hecho todo el ritual tomas tu mazo y empiezas a ver carta por carta por 3 minutos aprox. cada carta y dices «este mazo lo consagro para que sirva para ayudar a las personas, decir la verdad absoluta y consejos oportunos, que me muestre sólo la verdad. Amén».
Ahora cuando desees purificar tu mazo puedes volver a hacer todos los pasos anteriores ya que sirve este ritual para consagrarlo y para purificarlo pero en vez de decir lo ultimo debes recitar lo siguiente en caso de limpieza de mazos: «Yo te exorcizo mazo de tarot, para que todas las energías negativas que he leído a las personas vayan a sus lugares de orígenes. Amén»
mientras realizas esta oración deberás tener un sahumerio por donde estés pasando el mazo mientras recitas esta oración y verás que después tu mazo quedara liviano, ya que es natural que a medida que uno vaya utilizando el mazo pesa más que cuando se purifique.