En anteriores entregas hemos hablado de sueños lúcidos y sueños recurrentes. En esta ocasión vamos a hablar sobre otro tipo de sueños. De los sueños psíquicos, los clarividentes y los proféticos. Todos en alguna ocasión hemos soñado y recordado algo soñado. Las visiones que llegan a nosotros por la noche pueden ser tan enigmáticas, tan interesantes, tan temibles, y pueden estar tan cargadas de información, que casi todas las culturas les han atribuido una gran importancia.
Algunos pueblos llegaron a la conclusión de que los sueños estaban causados por demonios. Otros, que procedían de divinidades. Se explicaban los sueños como recuerdos del alma humana, que vagaba separada del cuerpo durante el reposo; como mensajes de los parientes muertos; como fantasías puras y creativas; incluso, como la ordenación durante el reposo de los sucesos recientes, por parte de la mente. Al menos una cultura antigua afirmó que los sueños eran impulsos inconscientes del «alma» que afloraban en la mente consciente durante el reposo. Algunos expertos creen que existen sueños típicos o arquetípicos que persisten a través de las distintas personas, culturas y épocas.
Pero, la misma imagen o símbolo puede tener distintos significados según quien la interprete. Es por esto que los libros, a menudo llamados “diccionarios de sueños”, que dan un sentido fijo a imágenes o símbolos específicos no son de particular ayuda. Un sueño refleja tus propios pensamientos y sentimientos, y cada elemento o emoción que sueñes es personal y se relaciona contigo mismo.
Hay tres tipos de sueños que son bastantes comunes: sueños psíquicos, sueños proféticos y los sueños clarividentes.
Sueños psíquicos
Estos son sueños donde los individuos son capaces de acceder a la conciencia de otra persona y con una precisión exacta acceder a sus pensamientos, acciones o situaciones de esta. Hay muchos tipos de actividad psíquica que tiene lugar mientras dormimos. La investigación muestra que durante el sueño, nuestro hemisferio izquierdo del cerebro pierde sus inhibiciones y nuestro don natural psíquica de la intuición se convierte en dinámica.
Los sueños psíquicos son aquellos que no tienen sentido en absoluto. Son por lo general sólo destellos, y en ocasiones los tipos que son especialmente intensos, o aquellas que provocan una respuesta emocional fuerte. Entre ellos se cuentan los sueños de videncia, los sueños premonitorios, los telepáticos y los sueños con muertos. Mientras que los sueños de videncia revelan algo que sucede simultáneamente al momento en que el soñante los experimenta; los sueños premonitorios anuncian acontecimientos que todavía no han tenido lugar y que se concretarán en el futuro.
Sueños Proféticos
Son aquellos que nos revelan o predicen un evento futuro antes de que suceda. En este tipo de sueños, a menudo la muerte y las catástrofes son sucesos que se repiten y pueden llegar a ser alarmantes, porque el soñador puede ver hasta el más mínimo detalle de una situación que puede llevar a la muerte de una persona al igual que si el sueño se refiere a las grandes catástrofes. Una teoría racional para explicar este fenómeno es que nuestra mente es capaz de organizar en el subconsciente, información, observaciones y datos, que normalmente descuidamos o que no consideramos seriamente.
En otras palabras, nuestra mente inconsciente sabe qué viene antes que nosotros conscientemente organicemos la misma información. A diferencia de los sueños comunes, hay elementos determinados que tienen en los sueños premonitorios un significado concreto en más del 97 por ciento de los casos. Sin reconocerlo abiertamente, las investigaciones indican también que intervendrían en estos sueños los denominados fenómenos parapsicológicos.
Cuando alguien duerme, recibe estímulos del cuerpo y del exterior. La suma de unos y otros induce a un estado de sensibilidad onírica que favorece la aparición inconsciente de sucesos extrasensoriales. El conocimiento cierto de un hecho futuro (precognición) intervendría entonces y, a la mañana siguiente o en días sucesivos, lo soñado efectivamente ocurriría.
Sueños clarividentes
Son aquellos en que la persona que sueña obtiene información sobre la localización o las propiedades físicas de algún objeto lejano, sin que esta información se obtenga a través de la mente de otra persona. Las historias de precognición en los sueños abundan. Existen algunos casos famosos como los de Abraham Lincoln (quien se dice que soñó la muerte del presidente de Estados Unidos dos semanas antes de ser asesinado) o de Mark Twain (quien habría soñado la muerte de su hermano).
Sueños que prevén, simbólica o explícitamente, la muerte de una persona cercana son algunos de los más comunes en lo que se refiere a relatos de precognición onírica. Pero probablemente el caso más común, que la mayoría de las personas ha experimentado, es soñar a alguien que no ha visto en mucho tiempo y encontrarse con esa persona casualmente el siguiente día o recibir una llamada telefónica de la misma. Una de las explicaciones plausibles a la precognición onírica tiene que ver con la mente inconsciente y su capacidad de almacenar una gran cantidad de información que al surgir a la conciencia, sin tener previo conocimiento de haberla almacenado nos puede hacer creer que estamos teniendo algún tipo de percepción paranormal.
Esto es algo que ocurre comúnmente y que es demostrado por el hecho de que en ocasiones cuando están activadas partes del cerebro ligadas a las emociones podemos resolver situaciones con mayor precisión que cuando está activado preponderantemente el cerebro racional –esto es porque la mente emocional se mueve en el terreno del inconsciente y nuestra memoria no alcanza a almacenar mucha información solo en nuestra mente consciente. Una cantidad de información suficientemente grande puede hacerse pasar como precognición.