Esta terapia combina el masaje terapéutico tradicional con la aplicación sobre la piel de piedras a distintas temperaturas. Así se consigue que fluya la energía vital y se alivien trastornos físicos y emocionales. En esta terapia, se suele utilizar una combinación de piedras calientes de lava basáltica y piedras frías de mármol. Estas deben aplicarse sobre puntos determinados del cuerpo y para masajear zonas especiales.
Según los especialistas en métodos de relajación y yoga, el elemento fundamental de la terapia geotermal, lo constituye la aplicación de piedras calientes y frías que actúan a dos niveles: de forma estática, ejerciendo presiones terapéuticas en puntos concretos; de forma dinámica realizando maniobras de masajes bien definidas.
Un poco de historia
La dinastía china Shang ya usaba piedras con fines terapéuticos. Los romanos tras un baño caliente se tumbaban sobre mármol frío para disminuir los dolores y relajarse. También las indias de América se colocaban piedras calientes sobre el vientre para aliviar dolores menstruales y con esta misma técnica los monjes japoneses favorecían el ayuno. Pero este tipo de terapia no es exclusiva de Oriente. Los nativos de Australia y América, mediante saunas, combinaban el uso de las piedras con el de plantas aromáticas. La terapia geotermal tiene conexiones además con la acupuntura, ya que el masaje se realiza siguiendo canales energéticos.
La terapia geotermal permite combinar el masaje terapéutico junto con el uso de las piedras frías y calientes Para ello se colocan las piedras sobre los chakras principales. A veces incluso en algunos meridianos. Se consigue así que la energía fluya adecuadamente aliviando nuestro malestar. Sin olvidar que muchas de las piedras empleadas son de origen volcánico. Con lo que, además de mejorar el flujo de nuestra propia energía, nuestro organismo recibirá energía procedente de la tierra. Esta terapia se inspira en las disciplinas orientales, según las cuales los siete chakras situados a lo largo del canal central del cuerpo son los centros de la energía vital y se corresponden con varios órganos.
Desde los puntos chakra, la energía es distribuida a todo el organismo, gracias a los numerosos canales energéticos que lo atraviesan y que están unidos a ellos. Si padecemos alguna enfermedad o malestar, es debido a que la energía no circula por nuestro organismo de forma correcta, y esto suele estar producido por el bloqueo o mal funcionamiento de alguno de los chakras. Estimular esos puntos de energía ayuda a mejorar la salud de nuestro cuerpo y de nuestra mente.
Cómo funcionan las piedras de esta terapia
Se puede combinar el uso de piedras calientes o frías. Las piedras basálticas (piedra
s negras) son piedras cargadas de energía de la Tierra, pues se extraen de profundidades geológicas. Su contenido en hierro hace que retengan por mayor tiempo el calor. Esto aumenta su poder magnético y por consiguiente los beneficios que genera. En cuanto a las piedras frías (piedras blancas) éstas suelen ser de mármol paquistaní. Sus temperaturas bajas hacen que la piel adquiera firmeza y disminuyan los dolores.
El contraste entre piedras calientes (negras) que alcanzan los 60º y piedras frías (blancas) hace que nuestro cuerpo multiplique los beneficios de la terapia geotermal. Se dice que el calor junto al poder magnético que transmiten las rocas en combinación con el masaje, brinda energía, oxigena la piel, revitaliza y relaja.
Para realizar el tratamiento el terapeuta tiene dos maneras de aplicar las piedras: de forma estática (colocándolas inmóviles sobre el cuerpo del paciente) o de forma dinámica (desplazándolas a lo largo de su cuerpo). El tacto, los estímulos térmicos y el trabajo en técnica de masaje conforman esta parte de la terapia. Lo primero que se hace en una sesión de terapia geotermal es exfoliar la piel a través de granos de girasol tostado y aceites esenciales de tomillo, clavo y limón.
Esto ayuda a eliminar células muertas y prepara la piel para recibir la energía de las piedras. Luego se remineraliza la piel con polvos de fonolita y abedul, estimulando el metabolismo celular, para proceder así al masaje en sí, utilizando ahora las piedras calientes y frías en lo que será la parte más extensa y enriquecedora de la sesión.
El terapeuta dispone de 72 piedras, 54 de ellas de origen volcánico, de color gris oscuro. Estas se emplean calientes (se calientan en un recipiente térmico lleno de agua, cuya temperatura ronda los 55º C). Las otras 18, blancas, que son de mármol y se enfrían con hielo. Las piedras tienen formas diversas, ya que deben adaptarse a las distintas zonas del cuerpo. Antes de usarse, todas las piedras se someten a un proceso que las ha dejado perfectamente pulidas. Son lisas y finas, redondeadas o alargadas. Las redondeadas son idóneas para las manos y los brazos. Las alargadas, para el área del cuello. Las más finas, para la espalda y los omóplatos.
El beneficio más profundo y duradero se obtiene gracias al color de las piedras oscuras de origen volcánico. Éstas son calentadas y apoyadas presionando, sobre la piel en las zonas doloridas. Quien recibe el masaje advierte, de esta manera, una especie de «dolor placentero». El calor, desprendido lentamente por las piedras, contribuye a relajar los músculos.
El aumento de la temperatura provoca, además, la sudoración, lo que ayuda a eliminar las toxinas. Las piedras frías, de mármol blanco, se utilizan básicamente en la última fase de la sesión de tratamiento para reequilibrar la temperatura corpórea y desarrollar una acción tonificante y energizante.
Está indicado para personas con estrés, nerviosismo, ansiedad, insomnio y para los problemas de dolores de espalda, dolores musculares, mala circulación, artrosis, artritis, entre otros.
Los principales beneficios de la terapia geotermal
Reducción y alivio del dolor mediante la acción directa que se ejerce sobre los puntos (o chakras) encargados de transmitir la sensación de dolor a los receptores nerviosos que nos hacen ser conscientes del mismo.
Eliminación de las toxinas de la piel a través de la sudoración, que se produce a causa de la alta temperatura de las piedras (unos 50ºC).
Mejora del sistema circulatorio, gracias a la diferencia de temperatura de las piedras, que va desde los 8ºC a los 50ºC, y a la acción del masaje; la combinación de ambos factores hace que nuestra circulación sanguínea se active.
Combinada con la acción de los aceites esenciales y la música se logra tranquilizar la mente pudiendo llegar a un estado de relajación profunda. La terapia geotermal tiene conexiones además con el shiatsu, la aromaterapia, cromoterapia y musicoterapia. También comparte con el Reiki el empleo de los chakras como cauce para restablecer el equilibrio energético.
La terapia geotermal está recomendada para calmar el estrés, la hiperactividad del sistema nervioso, el insomnio, los nervios, problemas de espalda, musculares, etc.