Con este nombre se conoce al conjunto de ejercicios que usan el movimiento consciente y la atención dirigida para buscar patrones de movimiento eficientes y sanos. Con ellos se puede mejorar la postura y refinar habilidades motrices. El método feldenkrais permite mejorar la calidad de nuestras posturas y acciones. Y, además explorar la posibilidad de desarrollo de nuestro sistema nervioso.
Lo que esta terapia alternativa persigue es enseñar a gestionar mejor el propio cuerpo para poder desarrollar las habilidades de cada uno. De esta manera conseguiremos ser más eficientes tanto en la vida personal como profesional.
El método feldenkrais es un proceso sencillo y práctico de aprendizaje del movimiento. Con él se desarrolla la conciencia y la inteligencia del cuerpo al moverse. Tomando conciencia de los hábitos y patrones de acción, que interfieren en la eficacia de nuestros movimientos aprendemos a variarlos. Así mejoraran acciones cotidianas como caminar, sentarse, girar, etc. Todo ello, con el fin de gestionarnos mejor, desarrollar nuestro verdadero potencial y movernos y actuar de manera más creativa.
En qué consiste
Esta disciplina se basa, para ello, en la capacidad de aprendizaje del sistema nervioso. También en la toma de conciencia del cuerpo en movimiento y en los procesos de organización sensorio-motriz. Todo ello nos guiará a la hora de descubrir nuevas estrategias para elaborar nuestros movimientos. Además, conoceremos el funcionamiento corporal a nivel muscular, articular, postural y respiratorio. Este aprendizaje permite incrementar la confianza en las propias habilidades, desarrollar la capacidad de movimiento. Y además, aprender y actuar con eficacia y sin dolor.
La práctica habitual del método consigue mejorar la conciencia individual sobre el cuerpo mediante el movimiento. También desarrolla la atención consciente y nos ayuda a plantearnos retos que ayuden a encontrar respuestas y alternativas nuevas.
Cuando consigas un total control de tu cuerpo serás consciente de todas las posibilidades que éste te brinda. Lo que puede ayudarte a mejorar el desarrollo de las actividades diarias. En este sentido, el método Feldenkrais es considerado como un proceso de aprendizaje somático y neurológico, ya que trata de acceder al cerebro para crear nuevas conexiones neuronales y nuevos patrones de movimiento más eficientes. En otras palabras, con esta terapia conseguiremos conocer mejor nuestro cuerpo, cómo nos movemos y qué debemos hacer para corregir malas posturas y movimientos.
La educación somática, pilar básico del método Feldenkrais, es una disciplina nueva procedente de Canadá y poco conocida aún en Europa. La educación somática es el nombre que recibe una serie de técnias orientadas a conocer mejor el cuerpo y el sistema nervioso. Las técnicas y métodos de la educación somática trabajan la relación que existe entre el cuerpo y la mente. Para ello se generan una serie de ejercicios que permiten mejorar la manera de moverse gracias a la toma de conciencia del movimiento y a la propia vivencia corporal.
Un poco de historia
El método Feldenkrais recibe su nombre del doctor de origen ucraniano Moshé Feldenkrais quien lo creó gracias a sus conocimientos de anatomía y de fisiología. A estos añadió su amplio control de diferentes técnicas de autodefensa, entre las que se incluye el judo. Una mezcla de actividades que propició una nueva terapia que, en pocas décadas, está consiguiendo aumentar el número de personas interesadas en su estudio y en su práctica. Tanto es así que ya hay países en los que en sus propios sistemas sanitarios se trabaja con el método Feldenkrais.
Esta disciplina cuenta con dos modalidades. La modalidad grupal llamada ATM, Autoconciencia a través del movimiento. Y la modalidad individual, llamada IF, Integración Funcional.
Modalidades del método Feldenkrais
La Autoconciencia a través del Movimiento se basa en la exploración del propio alumno, guiado verbalmente por el profesor, de movimientos que forman parte de una secuencia determinada. Estos movimientos siguen una lógica interna sumamente funcional. Reflejan una manera de pensar altamente eficiente para aprender a usar nuestras potencialidades. De esta manera los alumnos pueden aprender a moverse en función de sus necesidades, posibilidades y estructura.
Muchas veces esto los lleva mucho más lejos de lo que creían que era posible. Los movimientos son orgánicos y seguros. Se hacen sin esfuerzo y se evita cualquier tipo de molestia o dolor lo que convierte esta actividad en algo lúdico y agradable.
La Integración Funcional consiste en un conjunto de técnicas que responden de manera directa a las necesidades de cada persona. El alumno recibe a través de las manos del profesor informaciones sensoriales y kinestésicas para poder descubrir y aprender nuevas formas de moverse. Es un abordaje no invasivo de toque suave y respetuoso. Tiene como objetivo que el alumno pueda experimentar e integrar las diferentes relaciones funcionales que necesita para mejorar su propio funcionamiento.
Generalmente se vive la IF como una experiencia muy agradable y reconfortante. Es una modalidad especialmente interesante también para personas con problemas neurológicas u otros temas específicos. Además es posible entrar en más profundidad en preguntas o temas relevantes para el alumno que tal vez no quiera plantear en un contexto grupal.
Beneficios del método Feldenkrais
Esta terapia alternativa ayuda a aumentar y mejorar la flexibilidad, la coordinación, el movimiento, la postura, la flexibilidad, la coordinación y la relación espacial. Todo esto nos llevará a un mejor conocimiento y control de nuestro cuerpo que conseguirá un mejor uso de él, puesto que se ampliarán las posibilidades de acción y su destreza.
Otro de los beneficios de este método es que tiene una parte preventiva y de reparación. Y es que el trabajo físico que se realiza en sus sesiones resulta adecuado para la recuperación de lesiones (siempre que un médico lo aconseje), ya que ayuda a potenciar la musculatura. Por otro lado, también es útil para prevenirlas, ya que este fortalecimiento muscular, unido al el aprendizaje consciente del control corporal, nos permitirá utilizar los movimientos más adecuados para realizar tanto las actividades del día a día como las deportivas sin caer lesionados.
Un beneficio menos físico, pero igual de interesante, es que esta disciplina ayuda a incrementar la creatividad y la vitalidad. Nos encontraremos mejor físicamente, lo que conllevará a tener un mejor estado de ánimo, con lo que podremos potenciar nuestras cualidades y, por otra parte, la calidad de vida.