El T’ai-Chi-Ch’uan o Tai Chi es un arte marcial con aplicaciones terapéuticas originario de la antigua China. Esta disciplina ayuda a conseguir un mayor equilibrio físico y psíquico lo que, a su vez, genera un aumento de la sensación de bienestar corporal.
Aunque el Tai Chi es un arte marcial interno tradicional chino, su difusión en Occidente y el entusiasmo por aprenderlo y practicarlo se debe al reconocimiento de su valor terapéutico. Una diferencia fundamental del Tai Chi con otras artes marciales es que basa la defensa en un conocimiento de uno mismo y un buen equilibrio. Así, podemos decir que el Tai chi es un sistema que combina ejercicios corporales respiratorios y mentales y que se ejecuta de manera suave y lenta. Esto permite el desarrollo de la relajación, la concentración mental, la coordinación y una respiración consciente y profunda.
El Tai Chi Chuan forma parte de la tradición marcial de la cultura china. Pertenece a la rama de las artes de defensa cuyo método de entrenamiento se basa en el desarrollo de habilidades internas. El Tai Chi Chuan que puede traducirse por la “Gran Polaridad” o “El Arte de los Opuestos” se ha nutrido, desde sus orígenes, de las tradiciones milenarias de esta cultura. La tradición marcial, la tradición filosófica (Taoísmo, Confucianismo y Budismo) y la Medicina Tradicional China.
Cuenta la leyenda más extendida que, hace varios cientos de años, un monje taoísta llamado Zhang Sang Feng vio cómo peleaban una grulla y una serpiente. La grulla, por más que intentó clavar su pico en la serpiente no lo consiguió, ya que ésta siempre la esquivaba. Así, de la observación de los movimientos de la serpiente nacería el T’ai-Chi-Ch’uan.
Beneficios del Tai Chi
Los beneficios del Tai Chi se extienden a todos los sistemas orgánicos y ayudan, en la curación de muchas enfermedades. Así, es ideal para reducir el estrés y otros problemas de salud asociados al estrés como la presión arterial alta. Además, es una excelente forma de tratamiento para una condición que afecta a los músculos: la fibromialgia. Estudios médicos han demostrado que ayuda a prevenir y combatir enfermedades diversas, desde osteopenia o artritis hasta derrames cerebrales.
Esta disciplina milenaria se basa en la estimulación de circulación de la energía interior a través de los meridianos del cuerpo mejorando la salud, aumentando la vitalidad y favoreciendo la longevidad. Es una excelente alternativa si buscas un ejercicio suave que aporte salud a tu mente y a tu cuerpo.
El Tai Chi es un deporte de relajación y movimiento que proporciona bienestar físico y psíquico. Muchos experimentos han demostrado que practicar esta gimnasia, sin emplear la fuerza física se producen cambios en la química y en la circulación sanguínea. También en la respiración. Para los enfermos esto es precisamente importante porque, además de vigorizar el organismo, ayuda a mejorar la enfermedad misma.
Sólo requiere de una mínima movilidad y habilidad cotidiana. Además, tiene la ventaja de ser una disciplina en la cual la edad no es un impedimento. Al contrario que en otros deportes que deben abandonarse debido al desgaste físico que implican., el Tai Chi está recomendado para personas de todas las edades. Incluso las muy mayores.
Lo que se puede obtener con la práctica del Tai Chi es una vida saludable, la autocuración de ciertas enfermedades y un control y manejo de una técnica de autodefensa.
Estilos de Tai Chi
El Tai Chi posee varios estilos (Chen, Wu, Sun, Yang) con rutinas tradicionales largas o simplificadas.
El estilo Yang de Tai Chi es el más conocido. Este estilo se caracteriza por sus movimientos suaves y relajados que incrementan el fluido de energía vital y desarrollan la coordinación y la concentración de la mente. Así promueven un estado de meditación en movimiento.
Practicar Tai Chi
Al iniciar la práctica de esta gimnasia es necesario concentrar toda la atención, sin emplear la fuerza. Lo que constituye un factor de buen entrenamiento para las actividades cerebrales.
Al practicar Tai Chi los ojos, la cintura, las manos y los pies deben interrelacionarse para formar un conjunto armónico. Como algunos de los movimientos son complicados, se necesita una buena capacidad de equilibrio. Es decir, mientras se practican los movimientos el cerebro deberá trabajar intensamente. Esto constituye indirectamente un ejercicio para el sistema nervioso central. Se elevará así la capacidad intelectual, al mismo tiempo que se vigorizan los otros sistemas orgánicos.
Cuando se practican movimientos de Tai Chi se involucran diversos grupos musculares y articulares al unísono con la respiración y las pulsaciones. Por ello fortalece la circulación de la sangre y el sistema linfático. Lo que, a su vez reduce cualquier bloqueo que pudiera existir. Las diversas contracciones y dilataciones periódicas de los músculos pueden impulsar la circulación sanguínea, y ello garantiza por tanto la buena circulación y la presión arterial adecuada.
Sabemos que el Tai Chi ejerce una buena influencia en el sistema nervioso central, refuerza la circulación sanguínea, reduce las obstrucciones en arterias, mejora la digestión y estimula el metabolismo. Además, repone las reservas energéticas del cuerpo. Estas se van agotando, con el exceso de trabajo y de actividad estresante. Después de practicar Tai Chi estamos menos cansados, más vitales, con una mente despierta y relajada al mismo tiempo. Sentimos el cuerpo más ágil y vigoroso y se mantendrá sano por más tiempo.
Por ello decimos que mejora nuestra forma física. Proporciona más flexibilidad (lo que en las personas mayores implica un menor riesgo de caídas) y mayor tonicidad muscular. Pero sin agotar al organismo, y sin riesgo de producirnos lesiones. Al mismo tiempo nos deja una sensación de calma, sosiego y tranquilidad. Los tejidos y órganos internos también salen fortalecidos.
Con el Tai Chi se aprende a relajarse, a concentrarse, a respirar adecuadamente a meditar en movimiento, adquiriendo una mayor conciencia de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, que vuelve a conectarse con la mente, lo que se traduce en mayor armonía y equilibrio.
Podemos, también, ganar en autoestima, confianza, paciencia, perseverancia, disciplina, capacidad de concentración..., lo que nos ayuda a mantener una actitud positiva y el ánimo elevado.
Como veis la práctica del Tai Chi proporciona muchos beneficios y casi no tiene contraindicaciones. De todas maneras hay que recordar que este arte marcial no es sustitutivo de un tratamiento médico, por lo que si te sientes mal acude a tu doctor y él te recomendará lo que sea más adecuado en tu caso. No lo olvides, con la salud no se puede jugar.