¿Qué son los amarres? Entre los hechizos y rituales sin duda los amarres ocupan un lugar muy importante, un amarre es un embrujo hecho para impedir la fuga o abandono de alguien por quien se siente afecto. Los hechizos de amarre tienen su origen en la santería y constituyen rituales muy antiguos que pueden resultar perjudiciales tanto para la persona que lo aplica como para la que recibe.
Qué son los amarres
Se llevan a cabo en aquellas situaciones en las que una pareja está atravesando por una separación o unos distanciamientos un trabajo mágico por el cual se une a 2 personas bajo un sentimiento común, generalmente al margen de la voluntad de uno de ellos e incluso en contra de esta. Es requisito indispensable que exista un vínculo entre ambos tales como relación de pareja, amistad, compañerismo o allegados.
Los amarres suelen tener 2 componentes, uno energético y otro a través de espíritus. En el plano energético se realiza un direccionamiento forzoso de toda energía entre los dos chakras que están en el centro del pecho, que son los relacionados con los asuntos amorosos y sentimentales.
Al realizarse el sellamiento energético, la energía deja de fluir bien por la persona provocando una separación total de sus sentimientos con el mundo de alrededor, esto en un principio hace sentirse muy unido a la persona que le hace el amarre pero con el tiempo los desajustes se hacen importantes y graves, porque acarrean problemas físicos pudiendo generar enfermedades y a su vez altera el equilibrio mental de la persona, perdiendo madurez y cordura, aumentando su obstinación y viciando su pensamiento.
Este sellamiento afecta a ambas personas a la que pide el amarre y al amarrado. Kármicamente realizar un amarre equivales a una mutilación cósmica ya que se separa a la persona de su futuro y de sus lecciones a aprender y se le redirige hacia un destino que no era el suyo.
El procedimiento para realizar un amarre se puede dividir en tres partes:
Lo primero es hacer una limpieza, un potenciamiento y un endulzamiento a la persona demandante, con lo que se consigue, adecuar el nivel de vibración energética y la armonía entre sus chacras. Sus efectos se empiezan a notar a partir de la primera semana.
Después, se le hace a la persona a amarrar una disminución de su energía, además se le provocan una serie de sensaciones y de sueños, que lo empujan hacia el que realiza el amarre. Crecería en él un sentimiento de nostalgia y de desasosiego. Provocándole una tristeza que solo remitiría estando con el demandante.
Por supuesto, también se le hace una limpieza, para conseguir borrar todas las impregnaciones negativas y suprimir las influencias externas. Esto el amarrado empezaría a notarlo a partir de la segunda semana después de realizado el ritual.
Por último se hace una vinculación energética que significa unir las energías de ambas partes, y que al amarrado le sea muy difícil resistirse a la persona que hace el amarre. Este efecto se empezaría a notar a partir de la tercera semana tras realizarse el ritual.